Gareca y su crisis existencial: ¿Se queda o se va? ¡Hasta él está confundido!

¡Ay, Gareca! El «Tigre» anda más perdido que nosotros tratando de entender el VAR. Después de la derrota contra Brasil, parecía tener fuerzas para seguir luchando, pero en Barranquilla la cosa cambió. Le preguntaron si su proceso es sostenible, y ahí nomás empezó con una charla de «enfriarse», «reflexionar» y tomarse su tiempo. ¿Será que quiere hacer una pausa estilo jubilado o está buscando excusas para irse? Porque, ojo, él mismo dice que el 80 o 90% de la gente quiere que se vaya… ¡pero se guarda un 10% de esperanza! Vamos, Gareca, ¡si la cosa está más complicada que entender los horarios del Transantiago!

Eso sí, el «Tigre» dice que no está acostumbrado a tomar decisiones en caliente. Claro, prefiere enfriarse y pensar con calma, como buen boomer que sabe que nada bueno sale de apurarse. Pero, entre tanta charla, también suelta que este proceso en Chile no ha despegado. ¿Y qué esperaba, que en dos partidos ya fuéramos campeones del mundo? Nos habla de reflexionar con los dirigentes, el cuerpo técnico, los jugadores… ¡Hasta falta que se reúna con los abuelitos de la plaza para pedirles consejo!

Y cuando parecía que ya no quedaba nada más por decir, ¡pum! Se cruza con un periodista y nos tira la bomba: «Es la primera vez que acepto que voy a reflexionar». O sea, que antes ni siquiera lo pensaba, ¡lo hacía todo a la rápida! Así están las cosas con Gareca, quien se despide dejándonos en vilo. ¿Se queda? ¿Se va? Ni él lo sabe. ¡Ay, estos tiempos modernos!