Robot Salvaje
¡Pero bueno! ¿Dónde están esas películas animadas de antes, donde un ratón cantaba y un pato se enojaba sin más? Robot Salvaje es la última propuesta de DreamWorks, y aunque tiene robots, no esperes ver algo como Los Supersónicos, no señor. Esta película viene con más emociones que una telenovela de las que veía tu abuela. ¡Un robot cuidando animales! Antes un robot solo servía para lavar los platos, y ahora se anda haciendo cargo de gansos y haciéndose amigo de zorros. ¡Qué tiempos aquellos!
El robot en cuestión, Roz, queda varado en una isla llena de animales, y en vez de descomponerse como cualquier máquina normal, se adapta al entorno. ¡Y hasta asume responsabilidades maternales con un gansito llamado Brillo! Ah, pero eso no es todo, porque Pedro Pascal le pone la voz a un zorro llamado Frink. ¡Mira qué moderno! Antes, en los dibujos, los zorros ni hablaban, y ahora tienen hasta personalidad y problemas existenciales.
¿Qué dice la crítica? Parece que la crítica está encantada con esta película, con un 97% de aprobación en Rotten Tomatoes. ¡Casi perfecta! ¿Será que a estos críticos les gusta más llorar que reír? Dicen cosas como: “una película hermosa con una historia conmovedora”. ¡Pues claro! ¡Si antes llorabas con Bambi, ahora te destrozan el corazón con un robot y un ganso! Y según Deadline, “teje su propia magia”. ¡Ya quisiera yo tejer magia, pero a mí se me enredan hasta las agujetas!
The Guardian va más allá y nos dice que es “inteligente, sincera y sorprendente”. ¡Sorpresa la mía cuando un robot me hizo sentir más cosas que la televisión abierta! Y claro, las voces de Lupita Nyong’o y Pedro Pascal también son destacadas, pero aquí entre nos, lo que yo extraño es ver una película donde los personajes no lloren tanto ni tengan problemas existenciales. ¡Un buen chiste de los de antes es lo que falta!
¿Dónde verla? Por si todavía no te decides, Robot Salvaje está en los principales cines del país. Así que, si quieres pasar una tarde viendo robots que cuidan gansos y zorros que hablan, ve a Cinemark, Cinépolis o Cineplanet. Eso sí, lleva pañuelos, porque parece que vas a necesitar unos cuantos para esas “lágrimas de alegría” que promete. ¡Cómo han cambiado los tiempos! Antes uno salía del cine feliz, ahora sales con el corazón hecho un nudo. ¡Pero oye, al menos no me duermo como con otras películas modernas!